Hoy se cumplen cinco años de haber dejado mi corbata ? y una vida que no me llenaba por empezar a seguir a mi corazón y dejarme guiar por él. Trabajaba en una consultora estratégica haciendo cosas que no me apasionaban, tenía 15 días hábiles al año para viajar (mi pasión de la vida) vs 261 en una oficina… me puse a cuestionar muchas cosas (nada cambia si uno solo se queja).
De vez en cuando es importante olvidarse del futuro y vivir el presente, por eso decidí gastarme mis ahorros de un MBA, en una maestría en la universidad de la vida dándole la vuelta al mundo. Suena muy lindo pero los miedos detrás son una locura, mi jefe me dijo que nadie me contrataría después de un año de no hacer “nada”, mi mamá me decía que tenía un trabajo “exitoso” y un futuro asegurado. Le escribí al editor de la revista de una aerolínea antes de empezar mi viaje ofreciéndole mis servicios como escritor viajero a lo que respondió: “ud escribe como un ingeniero y no logra transmitir mucho”.
Desde ese momento le escribiría cada 4 días durante mínimo un año (muy intenso yo) hasta que le gustaran mis escritos. Durante mi recorrido, la perspectiva de “éxito” y felicidad cambió, con mi corbata puesta estaba viviendo una vida donde mis sueños y mis gustos no eran los que tomaban las decisiones de mi día a día. Paso a paso mis prioridades de vida cambiaron, yo cambié (y mucho). Estaba viviendo una vida rodeado siempre de gente en estado viajero con la mejor energía del mundo, sonriendo, muy conectados (y no del celular).
El miedo al futuro lo fui cambiando por sonrisas en cada país que visitaba. Mi viaje que originalmente duraría un año terminó durando 754 días y un mes antes de volver a Colombia recibo un mail que decía “Mi estimado, se acuerda de mi? Se anima a escribir para mis revistas?” Miro el mail, y sonrío, lloro de la felicidad, ese fue el primer momento donde me pagarían por hacer algo que me apasionaba. Ahí todo empezó a fluir.
Nada más importante que ser persistente con lo que uno sueña! Mis reuniones importantes con gorilas ?, tiburones ? martillo y comunidades en Papúa se volvieron parte de mi trabajo tiempo completo. Lo más importante es no dejarse detener por lo que diga la “sociedad”, confiar en una y meterle toda la energía a las cosas que lo hacen, vibrar, sonreír. Uno se conecta con uno mismo y todo empieza a fluir de una manera loca.
Este año termina después de 112 vuelos en todos los continentes de este lindo mundo. Los invito a que dejen sus miedos a un lado, que busquen lo que realmente los haga vibrar y lo persigan obsesivamente. La vida es una y es para cumplir los sueños de uno, de nadie más. Si uno no hace ningún cambio, nada va a cambiar, nada. Mil gracias a cada uno de ustedes ?? por ser parte de esta travesía, por todo su apoyo! Un viaje que me cambió y me sigue cambiando mi vida!
